Ismael Junyent, colaborador en la televisión balear IB3, nos deja una anécdota del paso de Ivanov por Menorca, donde estuvo tres temporadas en las que fue creciendo como jugador, a pesar de su juventud:
Cuentan por Menorca que tras dos sesiones de entrenamiento a las ordenes de un recién llegado Ricard Casas (en sustitución del despedido Curro Segura), que Kaloyan Ivanov tras recibir la enésima bronca de su nuevo entrenador abandono el entrenamiento. Todo carácter, ni corto ni perezoso y sin pasar por la ducha se dirigió al parking del Pabellón, arranco su coche y se fue a casa echo una furia. Harto de las constantes corrección del catalán.
El actual ayudante de Scariolo en el equipo nacional, fue capaz de reconducir la situación en beneficio del equipo. Tras ese “encontronazo” forzado por Casas, el rendimiento de Kaloyan se disparo de manera exponencial. En un Menorca Básquet por aquellas fechas muy necesitado de victorias la aportación del búlgaro fue vital para conseguir el objetivo de la salvación.
Apartado de las rotaciones por el anterior técnico, Casas vio en ese joven alero la sangre fresca que necesitaba el grupo para salir del atolladero. Su suave muñeca y sobretodo voracidad reboteadora le permitieron bordear en varia ocasiones las dobles figuras. Ricard Casas no se equivoco. Intuyo que el búlgaro en situaciones límite daría lo mejor de si mismo.
Estoy seguro que esta temporada bajo las órdenes de un gran psicólogo como Vidorreta y en un equipo con un equipo con un objetivo claro como el Alicante será el año de su consagración en esta liga.
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